Comenzaré con lo primero que se me vino a la mente después de terminar anoche esta lectura: "Nadie elige de quién enamorarse, y siempre conocemos a las personas por lo que escuchamos de ellas, y no por lo que en realidad son al tratarlas".
Una historia entretenida, con muchos altibajos de emociones al ir pasando página tras página. Lo malo de estas historias es que al pasar de la mitad ya sabes en qué va a terminar. Sin embargo hay que terminar, no solo por no dejar un libro a medias, que es una costumbre muy fea en algunas personas, sino más bien, porque aunque sabemos cuál es el final, desconocemos exactamente cómo es dicho final.
Es de esas historias que terminan de tajo, así en frío, o seco, como la quieras catalogar, y son buenas, por el simple hecho de que no le dan más vueltas a la historia o a la trama.
Para pasar un rato agradable y reflexionar de qué, o de quién nos enamoramos a diario en nuestra vida cotidiana.
