Así como el agua que corre en el río va cambiando su ritmo, su lugar y va sonando inquietamente ante la naturaleza y los oídos del ser humano, así es de cambiante e inquieta nuestra vida.
El ser humano siempre tiene prioridades entre las cuales elige para su vida, el entorno que le rodea va marcando lo que quiere ser y hacer, pero no podemos ser, ni mucho menos hacer, lo que los demás quieran, no podemos optar por obedecer a todas las decisiones que otras personas quieren tomar para nosotros, pues somos seres totalmente libres y de acuerdo a esta premisa, tenemos que elegir lo que mejor nos convenga, o donde nos sintamos bien.
Es cierto que no todo será grato en nuestro andar, tampoco todas las elecciones nos darán felicidad, ni nos harán sentir plenamente realizados. Pues en la vida tenemos que tropezar y después de esos tropiezos debemos aprender a levantarnos y ver la enseñanza. No hay nada mejor que aprender de los golpes de la vida, porque estos están llenos de sabiduría.
Vivir felices es decisión personal y es una opción en nuestra vida, el que quiera vivir FELIZ que ponga empeño y amor a su quehacer diario y sobre todo ver en éste una oportunidad de servicio a los demás.
Así que toda la vida está en constante cambio y podemos vivir en armonía con los demás cuando sabemos cómo afrontar esos cambios y las situaciones que se nos presentan, sean para bien o para mal, ya veremos.
lunes, 14 de octubre de 2013
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