¿Dónde está la Navidad?

Siempre que llegan estas fechas llueven los mensajes en los celulares y en el e-mail de muchas personas, hasta el grado de saturarse la red, y eso es bueno porque quiere decir que hay muchas personas que piensan en ti y que te estiman. Pero la pregunta ahora es el título de esta fuga de letras: ¿Dónde está la navidad?

Convivimos en casa con nuestras familias con una deliciosa cena y una buena bebida, en ocasiones hasta con exceso. Sin embargo podemos perder el sentido de la navidad, podemos dejar a un lado el nacimiento de aquél que viene a cambiar el curso de la historia: Jesucristo, porque nos fijamos más en lo superficial que en la esencia de nuestros actos.

La navidad no es solo un festejo o celebración, sino que debe ir más allá, entrando en el corazón del hombre como un cambio de vida, un cambio de personalidad, siendo cada vez más transparentes y conscientes de nuestros actos. La navidad es empetizar con nuestros pares y ayudarlos en lo que está en nuestras manos, ser personas más sensibles ante la realidad que está viviendo nuestra sociedad actualmente, ante esa insensibilidad social, ante esa crisis que vivimos actualmente, ante todas las necesidades del hombre que se presentan en este siglo.

Se que es un tanto difícil o pareciera un sueño güajiro, pero no es imposible porque con nuestro granito de arena podemos colaborar para encontrar sentido a la vida o a nuestros actos. Así que no me resta más que desearles FELIZ NAVIDAD a todos y deseando que el nacimiento del redentor reyne en su hogar y en su familia, manifestándose abundantemente en sus corazones.

Año nuevo...

Cada vez que termina un año se escuchan nuevas promesas para el que viene, y lo peor del caso es que muchas veces son las mismas del año pasado, porque por una u otra cosa no llegamos a lograr con éxito a lo largo del año.

Escuchamos cohetes y disparos de balas al aire y gritos de alegría y felicidad, todos se acercan a darnos el abrazo de año nuevo y todos parecemos estar contentos y felices. Sin embargo no sabemos lo que guardan nuestros corazones ni lo que tenemos en mente en ese momento, porque podemos estar de cuerpo presente y de mente ausente.

Creo que a una semana de terminar el año es momento de recapacitar y ponernos a pensar si en realidad logramos lo que quisimos, o mejor dicho lo que pretendimos al inicio del 2009. Se que es duro y difìcil pensar en eso, pues muchos son los propósitos que pretendemos lograr y pocos los que en realidad se logran, pero más pocos los que se logran con un éxito total.

Pues ahora no me queda más que felicitar a todos esperando que hayan tenido un año de abundantes frutos y que el 2010 sea mejor, y para los que escribimos sea de más inspiración para poder seguir escribiendo con facilidad.

FELIZ AÑO 2010.